UNA APUESTA ECONÓMICA ENTORNO AL RÍO DE LA VIEJA EN PUERTO ALEJANDRÍA

Publicado el 05/09/2021 por Johanna Alexandra Ramírez Merchán – Comunicadora Social para Turismo Eje

El Paseo de río versión Alejandría es uno de los tours que ofrece Soluciones Turísticas a los visitantes de la región a través de la Alianza GranAventura. En Puerto Alejandría pudimos estar el domingo 15 de agosto disfrutando con una interesante guía, un buen fiambre y una gran aventura con cada actividad entorno a su atractivo principal el Río de La vieja.

Desde las 9:30 de la mañana partimos en jeeps rumbo al municipio de Quimbaya donde nuestra primera parada fue en el representativo poporo de oro, donde John nuestro aliado “Ascensor Viajero” habló un poco sobre la importancia que ha tenido la orfebrería en el departamento del Quindío y para Colombia, nos contó un poco sobre el hallazgo del Tesoro Quimbaya que hoy se encuentra en el Museo de oro en Madrid- España y que entre los municipios de Quimbaya y Filandia se hallaron estas piezas de orgullo nacional; allí mismo pudimos observar como desde la administración municipal crean enlaces para las personas que con un código QR se redirecciona hacia canales de YouTube y páginas que ampliaban la historia de esta pieza orfebre. Luego pasamos al momento de la toma de los recuerdos de esta primera parada y tras una sesión fotográfica nuestro recorrido se direcciono hacia la aldea del artesano en el mismo municipio de Quimbaya, donde nos recibieron con una rica taza de café campesina pudimos ver obras de familia, grupos de mujeres y jóvenes qué se dedican a preservar las labores tradicionales de nuestros ancestros, este sitio surgió después del terremoto 1999 dónde diferentes ONG aportaron a la reconstrucción y el crecimiento del departamento y allí en este sitio se realizan artesanías en cerámica, orfebrería, ebanistería y tejeduría.

Aquella mañana del domingo 15 de agosto nuestro día comenzó con mucha lluvia pero al cabo de las 10:30 AM las nubes abrieron y nuestro día se tornó en luz cuan buen día de verano.

Siguiendo nuestro camino hacia Puerto Alejandría, pasando por la vereda La Camelia y luego por La Montaña; hicimos una pequeña pausa en un fotográfico mirador para recibir información relevante del lugar y observar la hermosa serranía de Santa Bárbara, llegamos al puerto de embarque y allí para ir más cómodos las personas podíamos guardar nuestras maletas en la casa de una familia que tenía parte de su hogar organizado para recibirnos, comer balones de papa es un plan imperdible, de la casa a donde se llegó bajamos un poco a la orilla del Río donde estaba la lancha esperándonos para ir río arriba, unos kilómetros adelante nos mostraron cómo se realiza una de las labores allí hacen, la pesca artesanal con atarraya la cual es una malla que captura los peces bajo el agua, son sacados del río y puestos en el bote para la venta y consumo de ellos.
El clima se sentía tal cual como en el trópico con la brisa del agua sobre nosotros e  infinitos caminos por ambos lados rodeando el río de guaduas que formaban túneles naturales de color verde y frescos; si tienes suerte puedes ver monos aulladores estrellas las ramas de los árboles.

Después de subir varios kilómetros por el río en lancha, llegamos a un costado del agua donde entramos a un camino y cruzando a un lado por ruinas donde algún día y notoriamente se veía qué hubo personas habitando en esta parte del Río y exactamente junto a esta construcción un colosal árbol por lo menos 100 o más años de vida fue una de nuestras atracciones, recargamos energías abrazando el tronco y meditando un rato, luego de ello con nuestro guía ( excelente relator de historias por cierto y allí mientras que nos tomamos nuestro momento de relajación y reconexión con la madre tierra podríamos disfrutar de grandes relatos históricos e historias asociadas al sitio que estábamos visitando). Y para tomar otros momentos de silencio qué mejor forma qué disfrutando de un delicioso fiambre montañero el cual tenía dentro de sus hojas su presa de pollo, carne, arroz, yuca, papa y plátano maduro, todo este plato bañado el guiso de tomate y cebolla, también como sobremesa tuvimos limonada.

Y tras tomar un momento para otra estación de fotografías, tomamos camino  durante 20 minutos por el monte para llegar a las cascadas de Manabí para deleitarnos de chorros de agua que caían sobre nosotros a 15 metros de altura; si te sumerges en las aguas de Manabí  sientes como cada fibra de tu piel se refresca. Tras pasar media hora en allí tomamos nuevamente nuestro retorno hacia las canoas donde volvimos a pasar por ese colosal e inolvidable árbol que nos recogió durante el almuerzo y el momento de reconexión, y antes de tomar nuestro retorno tuvimos un refrigerio de ese café que nos recuerda las abuelas acompañado de buñuelos y pandebonos.

Algo maravilloso y de admirar es que el mensaje de los guía y cada una de las personas que participaron de darnos este recorrido siempre fue el cuidado preservación hacia la naturaleza Porque nuestro entorno natural es el tesoro más preciado, es vida y mientras lo preservemos más generaciones lo podrán disfrutar.
En nuestro retorno de nuevo a Puerto Alejandría nos despedimos de la mejor forma (haciendo bodyrafting), dejándonos llevar del rio La Vieja, para llegar a nuestro transporte inicial, los jeeps que ese mismo día a las 9 AM nos trasladaron para  iniciar una nueva aventura con Soluciones Turísticas.

Y en medio de conversaciones y recuerdos que quedarían para nuestras mentes, a las 5 PM estaríamos llegando a casa para recordar lo que habría sido una gran aventura. Con cada recorrido encuentras algo diferente, así que vale la pena dejar de llevar por estas experiencias que Soluciones Turísticas tienen para ofrecerte, veo en cada recorrido como la logística, cada participante y turista queda maravillado de estas experiencias para contar a otros y así más personas pueda vivir y crear un nuevo capítulo para su colección de momentos en el Quindío.

Johanna Alexandra Ramírez Merchán